Puente Genil, Córdoba, España
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Todas las personas estamos motivadas tanto por cuestiones externas como internas, y comprender cuáles son los motivadores que impulsan tu comportamiento es clave para lograr unos buenos resultados.
Existen dos tipos de motivación: la motivación intrínseca y la motivación extrínseca.
La motivación intrínseca es aquella que nace en el interior de cada uno independientemente de los estímulos del exterior. Es esa fuerza que nos impulsa a hacer cosas por el simple gusto de hacerlas. Las recompensas que conseguirás con este tipo de motivación son íntimas: mejorar tu autoestima, la satisfacción personal, la independencia, la fuerza interior, la confianza, etc. Hay que comprender muy bien cómo funciona si queremos implementar hábitos y cambios hacia una mejora en la productividad y el crecimiento personal.
Por otra parte, llamamos motivación extrínseca al conjunto de acciones que llevas a cabo para conseguir una recompensa externa (el ejemplo más común es el dinero). También busca la validación personal por parte de un tercero (elogios, refuerzos psicológicos).
Recapitulemos…
Como dice Teoría de la Determinación de Edward Deci y Richard Ryan, todos los seres humanos tenemos tres necesidades psicológicas innatas, y cuando esas necesidades están satisfechas, estamos motivados y somos más productivos y felices:
1.- Elabora un diario personal que refleje tus progresos y logros:
Una de las claves para motivarnos a lograr un objetivo es tomar conciencia de los progresos que vamos dando en el corto plazo.
2.- Visualízate logrando tus propósitos, cada día:
Una técnica psicológica altamente efectiva: visualizar mentalmente el resultado que quieres conseguir, durante varios minutos y con todo lujo de detalles ¿Cómo te sentirás, con quién lo compartirás? ¿dónde estás, qué ves, que oyes…? Cuanto más y mejor sepas imaginar ese momento más motivado/a te mantendrás durante más tiempo.
3.- Prepara tu mente para los momentos de bajón:
Habrá días malos e incluso momentos malos. En esos momentos es cuando más importancia tiene ser conscientes de nuestros pensamientos y gestionarlos para que no te afecten, teniendo claro el motivo y el para qué lo haces.
4.- Hazte un listado de razones para seguir motivado/a:
Si conoces tus motivos y el para qué que comentaba en el punto anterior, será tu empuje perfecto para eliminar la pereza, las excusas o incluso los secuestros mentales.
5.- Descubre tus verdaderas pasiones:
Cuando consigues descubrir que es lo que realmente te apasiona, cuando te conoces y sabes de tu motivación intrínseca, de qué te mueve, encontrarás el propósito y sentido para seguir motivado/a.
Es importante que escojas en tu vida aquello que te gusta hacer, ya que según distintos estudios, la motivación es emocional y no racional como se pensaba en un principio.
Siempre puedes contar con un acompañamiento de Coaching en el que realizaremos un proceso 360 para que te conozcas mejor, sepas cuál es tu propósito, te entiendas mejor y ganes en seguridad.
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