Una introducción a la incertidumbre
¿Qué es la Incertidumbre?
La incertidumbre desde la psicología tiene que ver con la falta de certeza y seguridad, de cómo nos sentimos ante el hecho de no saber lo que va a ocurrir y no podernos anticipar. Puede generar emociones como el miedo, inquietud, estrés y preocupación. Para controlar la incertidumbre hace falta mucha inteligencia emocional, ser capaz de percibir, asimilar y comprender tus emociones y las de los demás.
Normalmente cuando estamos en un estado de incertidumbre es porque hemos abandonado el presente y estamos viviendo en el futuro, en qué pasará mañana. También influye cuando tenemos un diálogo interno negativo o una baja autoestima y todas las opiniones de nuestro entorno nos afectan y no nos dejan avanzar. La incertidumbre es cierto que está presente en casi todo lo que hacemos, aunque a veces en menor medida.
Tipos de Incertidumbre
Según el psicólogo Paul K.J, ha catalogado tres tipos de incertidumbre dependiendo de la fuente o la causa de este estado:
- Por probabilidad:
Tiene que ver con aquellas situaciones en las que no es posible saber el nivel de riesgo de una situación o decisión. Donde no podemos predecir las consecuencias y los resultados.
- Por Ambigüedad:
Son aquellos casos en los que hay duda sobre el desarrollo o efecto de una decisión o situación porque no se tiene la suficiente información, o la información es incompleta, confusa y/o no confiable.
- Por complejidad:
Son las situaciones que son difíciles de entender, una situación nueva o poco común y no tenemos la suficiente experiencia. Provoca incertidumbre intenta y deja al descubierto muchas vulnerabilidades.
Claves para gestionar la Incertidumbre
La gestión de la incertidumbre consiste en entender una situación de forma general, distinguir lo que está bajo nuestro control y lo que no podemos controlar para tomar las decisiones correctas.
Estrategias para manejar la incertidumbre
1.- Identifica la incertidumbre, exprésate de forma específica, que quede claro cuál es la situación que la está generando. ¿Cómo me siento yo ante esta situación? ¿Siento que tengo recursos para afrontarlo? ¿Qué puedo hacer YO ahora?
2.- Aléjate de la situación que está generando la frustración. Date un espacio para ti mism@, una pausa, haz un ejercicio de respiración consciente (mindfulness) para volver al presente aceptando dejar de lado todo aquello sobre lo que no tengas control.
3.- Busca soluciones alternativas para la situación que te está generando la frustración que solo dependan de ti, para avanzar. Poner el foco en las soluciones y no en los problemas. Haz una lluvia de ideas para solucionar estos problemas/situaciones. Anótalas todas, da igual lo absurda que sean y luego analiza una por una su viabilidad, y evalúalas según si son alcanzables y realistas.
4.- Cuida tu diálogo interno. Normalmente ante estas situaciones entramos en “bucle” con pensamientos negativos, irrealistas, obsesivos, que te llevan al futuro y a situaciones que todavía no han pasado.
Cuestiónalo ¿Qué de verdad hay en todo esto que estoy pensando? Lo que estoy pensando ¿está ahora en el presente? ¿Qué le diría yo a alguien que está pasando por algo así?
5.- Gestiona tus emociones.
Acepta tus momentos de frustración y de bajón, son el presente y son pasajeros.
Detecta y gestiona tus miedos, es posible que ante la incertidumbre los miedos que se activen son el miedo a equivocarte o al fracaso. Asume dichos riesgos, no hay fracaso, es solo aprendizaje. Siempre tendrás la posibilidad de rectificar, cambiar y mejorar.
Y recuerda, tus fracasos o éxitos no definen tu valor como persona.
“Se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar” - Immanuel Kant -
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